Un pequeño análisis

General

La inclusión de las TICs en la práctica profesional docente es por demás un tema investigado, pensado, analizado y abordado por especialistas desde hace mucho tiempo. Lo que escribo a continuación es un humilde aporte a todo esto, una pequeña gota de agua para el inmenso caudal que ha pasado bajo el puente.

Hay que sentir para incluir

Considero que uno de los factores que influye en la inclusión de TICs en el aula, está relacionado con las emociones y sensaciones del docente. Esto lo planteo analizando la alegría que produce el hecho de encontrar «el recurso», aquel que responde perfectamente a la didáctica que pensamos para el abordaje de un contenido, ese que genera la expresión; «Que bueno que está para enseñar este o aquel contenido…». O cuando, sin descuidar la importancia del contenido, descubrimos la existencia de herramientas que redefinen o determinan estrategias de enseñanza. Esto sin dudas gesta entusiasmo, satisfacción y emociones que impulsan a poner en práctica el recurso lo antes posible para ver a que resultados se llega. Es una sensación de «chiche nuevo», uno siente que está innovando, haciendo algo diferente porque se está convencido que se lograrán mejores resultados. Es la sensación del descubrimiento y el perfeccionamiento. En definitiva, no es algo exclusivo de las TICs. Pasa también cuando encontramos diferentes recursos o métodos que nos hace más fácil la tarea de enseñar. 

Desde luego que este análisis se aplica a la acción docente genuina, de aquel que siente vocación y busca las formas para enseñar mejor. Uno no siente lo mismo cuando la búsqueda y la inclusión nacen porque desde un nivel jerárquico superior nos obligan a usar las TICs. Es muy posible que desde esta postura se llegue al fracaso y la frustración.

Desde un plano más racional, es más fácil encontrar nuevas formas y recursos cuando contamos con un nivel conocimiento disciplinar avanzado. Estoy plenamente convencido que «Saber qué enseñar, define el cómo hacerlo».  Personalmente espero que algún día los espacios de formación docente inviertan esfuerzos y tiempos que inclinen la balanza parar el lado del estudio de las disciplinas, que para lo pedagógico. Con esto no quiero desmerecer la formación pedagógica, ni hacer juicio de valor de la misma. Solo pienso que los docentes deberíamos recibir mayor enseñanza disciplinar en nuestra formación inicial.

Volviendo al análisis de la inclusión de las TICs, pienso que si al sólido conocimiento de la disciplina, le sumamos una actualizada alfabetización digital y una pequeña cuota de espíritu investigador; el rol docente en la sociedad pasaría a convertirse en un arte innovador único, solo comparable con un científico o un tecnólogo.

 

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